Pues ya hemos llegado a Logroño en una jornada que hemos pretendido de descanso. Solo 10 km sin muchas cuestas y con una gran bajada hasta la ciudad que era una gozada. Logroño no es una ciudad especialmente bonita, pero es muy agradable al paseo a pesar de la rasca que hace.
Lo mejor de Logroño es sin duda su gastronomia y sus vinos, ¡que pinchos madre! Pero mejor os lo contamos todo en persona: